Fulares y chales de lana, como lavarlos en casa
En casa del herrero cuchillo de palo
Si todavía no has preparado tus fulares y chales para el otoño e invierno, léete este artículo antes de hacerlo.
Estos preciosos fulares los podemos convertir en algo irreconocible.
Para evitarlo os recomiendo que además de leer nuestros consejos en el blog leáis este articulo en la web de cuatrofrases.com Atendiendo a sus consejos podemos dejar para la posteridad estas magnificas obras de arte. Lo que los artesanos han elaborado con su esfuerzo y cariño no dejemos que nuestras prisas y estrés de cada día lo conviertan en un recuerdo.
Importante: la pashmina pura debe ser lavada en seco.
Motivos -y remedios- por los que la lana encoge al lavarla
By CuatroFrases
2-3 minutos
No son pocas las personas que asocian la lana… a ‘encogimientos’. Y es que lo típico de casi todas las fibras naturales, entre otras cosas, es que encogen. La lana lidera el ranking, pero le siguen la seda, el algodón y el lino. ¿Qué factores confluyen para que -desgraciada e inevitablemente- se produzca este fenómeno? Sobre todo, el cambio de temperatura: cuando se someten a una temperatura de entre 30 y 40ºC bien por lavado o por el calentamiento del secado, el resultado es que las fibras que componen el tejido se apelmazan sin remedio… Y el accidente está servido.
Quizás los siguientes datos ayudan a poner más atención cuando lavamos prendas de este tipo y a valorarlas:
- De cada oveja salen unos 18 kg de lana al año;
- Además el proceso al que se somete el material en bruto no es sencillo.
- La inmensa mayoría de la lana que usamos es de oveja merina (Ovis aries).
- Hoy en día hay unos mil millones de cabezas en el mundo. Se esquilan una vez al año.
- Para poder emplear la lana obtenida, primero se limpia, se carda y se hila. El resultado son fibras cuyo diámetro varía entre las 16 micras (lana superfina, similar a la cachemira) a las más de 40 micras (lanas de pelos bastos).
Según la FAO, la producción anual de lana es de alrededor de 2.1 millones de toneladas. Dos tercios de la lana se usan para hacer prendas, como jerseys, vestidos, lencería, abrigos y trajes; un poco menos de un tercio va a la manufactura de sábanas y alfombras; el resto va para usos industriales, tales como el aislamiento térmico y acústico en la construcción de casas
Para mantener la ropa en buen estado lo ideal es lavarla a mano con un detergente suave, con agua fría y secarla al aire. Si es lana, es conveniente no colgarla, sino dejarla secar colocada sobre una superficie, para que no se deforme.
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