y Kashmir Shawl Atelier October 24, 2013
Cachemira siempre ha suscitado admiración en el mundo. Desde la magnífica cordillera del Himalaya, a la tradición artística y del chal, la historia de Cachemira es diferente a cualquier de las otras antiguas culturas orientales. Es una historia de cuatro períodos de dominación extranjera: Mogoles, Afganos, Sijs y Dogras.
Cada cultura hizo su propia y única contribución y los diseños que confeccionan hoy en día son el resultado de las ideas y la cultura que cada dinastía trajo consigo. Este artículo trata del viaje de un arte, su fuente de inspiración y las diferentes tradiciones que influyeron la creación del chal de Cachemira y como éste definió los aires de grandeza de cada monarca.
La época de oro del chal data entre el siglo XVI y XIX, cuando Occidente estaba en plena época renacentista y en oriente destacaba por sus logros artísticos. La India estaba gobernada por los Mogoles, una dinastía conocida por la construcción de monumentos emblemáticos como el Taj Mahal. Aunque por aquel entonces la tradición de confección del chal ya existía en Cachemira, fue la adoración por estos bellos tejidos la que llevó al gran emperador Akbar a revolucionar aún más este arte.
El emperador Akbar convocó un grupo de expertos tejedores persas que introdujeron los telares manuales y contribuyeron a la creación de una nueva técnica de tejido que incorpora el diseño durante el proceso. Inspirados por los elementos decorativos que se observan todavía hoy en la arquitectura mogol así como las flores que ofrecía Cachemira, los artesanos empezaron a diseñar chales con motivos florales. Esta fusión de culturas dio lugar a la creación de los chales más extravagantes que se han diseñado: los chales Kani.
Los Mogoles perdieron el control del valle del Himalaya en 1747 y Cachemira cayó bajo el dominio de la dinastía de Afganistán. Esta época, que duró más de 67 años, está documentada como un período de pobreza, de altos impuestos y esclavitud. El sufrimiento fue capturado también en los diseños que los artesanos tejieron durante esta era: las líneas suaves y delicadas de las plantas que florecen se transformaron en plantas resistentes y más robustas. Los dibujos de coloridas flores nacientes se convirtieron en perfiles esquemáticos que se rellenaban con tupidos mosaicos florales.
Pero el final del siglo XVIII traería nuevas transformaciones a este arte, creatividad sin precedentes y el nacimiento de nuevos estilos. En 1819, los ejércitos conquistadores de los Sij, una dinastía del noroeste de la India, alcanzaron Cachemira. Fue entonces cuando los estilos de bordado Sozni y Ari comenzaron a ganar popularidad y los diseños pasaron de mostrar mosaicos florales a amplios y intrincados patrones más grandes en tamaño y de mucho más colorido. A los los sijs les encantaban tanto los chales que los convirtieron en un parte axial de su vida cotidiana. No sólo los llevaban puestos, también cubrían sus tiendas de campaña, los techos y las calles con hermosos chales!
Este es también el momento en que este exquisito arte fue exportado a Europa, ya hemos hablado sobre el amor de la emperatriz Josefina de Francia por los chales de Cachemira. Se dice que el primer enlace entre Europa y Cachemira fue establecido por un general francés de la época de Napoleón, que sirvió para el gobernante sij. A medida que el mercado europeo crecía y más chales se exportaban, los diseños de Cachemira también empezaron a influenciar la moda occidental. Este intercambio de culturas ayudó a transformar las técnicas de hilado y tejido de la lana para poder acelerar la producción. Asimismo, los pedidos de los comerciantes franceses llegaban con claras instrucciones de diseño para que los chales se adaptaran conforme a los gustos europeos.
La demanda de chales se estancó durante la segunda parte del siglo XVII. Pero el hecho que complicó la labor de los artesanos fue la llegada al poder del príncipe de la dinastía Dogra, impuesto por el imperio Británico, quien bajó los salarios e incrementó las tasas. Esto, combinado con un cambio repentino en la moda europea y una de las hambrunas más devastadoras de su historia llevó, a finales del siglo XIX, al cierre de cientos de talleres de confección.
Aunque los tiempos cambian y varias tradiciones artesanales se han extinguido, el legado del chal de Cachemira sigue presente tal y como lo encontrarás en nuestra tienda online. Los diseños que han sido desarrollados durante siglos aún hoy siguen siendo el corazón y el alma de nuestros chales.
Fuente y crédito fotos: The Kashmir Shawl and its Indo-French Influence, Frank Ames
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