En Kashmir Shawl Atelier defendemos la importancia de la manufactura de nuestros productos artesanos y del comercio justo en nuestra política empresarial. No se trata de dos circunstancias que estén reñidas. Nada más lejos de la realidad.
El comercio justo como política empresarial
Es normal que cuando se trata de un producto procedente de determinados lugares del planeta nos hagamos numerosas preguntas. En este caso ya os adelantamos que, aunque nuestra empresa tiene sede el Barcelona, los artesanos encargados de la confección de nuestras pashminas artesanas y naturales trabajan en India. Eso sí, en condiciones laborales justas y en las que se respetan sus derechos.
¿Qué es este movimiento o tipo de comercio?
Como defensores del comercio no solo justo sino también sostenible, nos sumamos así al movimiento mundial contra la pobreza y la desigualdad. Un movimiento basado en un total de diez principios internacionales dirigidos a conseguir ese respeto para con los trabajadores de los países productores. Diez principios dirigidos a que se cumpla el trato justo, el respeto de los Derechos Humanos y del medio ambiente.
Un tipo de comercio por que apostamos en Kashmir Shawl Atelier, sabedores del compromiso que tienen nuestros clientes con estos principios. Es decir, un tipo de comercio dirigido a personas a las que les gusta lo artesano, el diseño, la calidad, pero que no están dispuestos a sacrificar ninguno de sus principios por ese consumo, sino todo lo contrario: saben que todo eso es posible, mientras se fomenta el empleo y se lucha contra la pobreza.
Las ventajas de la fabricación artesanal de las pashminas
Contar con los expertos en esta artesanía no es todo lo que supone dejar que la producción se produzca en el lugar de origen, en este caso India. Dejando que la producción se quede en la región india de Cachemira, no solo fomentamos el empleo de los artesanos -duramente castigados durante décadas- sino que ayudamos a que no se pierda un tipo de fabricación milenaria.
Artesanos con décadas de experiencia en sus manos, no solo tejen de manera manual cada uno de los fulares o pañuelos sino que además peinan y recolectan previamente el pelo de la cabra de la que proceden; es decir, apostamos por una producción desde el origen.
Muchas personas creen que el cachemir proviene de la lana de oveja, pero no es así. Viene de una cabra de Mongolia. Donde se ha trabajado más es en Mongolia y otros lugares. La lana se obtiene de las partes más profundas y finas de esta cabra.
Así el comercio justo se demuestra que no solo es posible, sino que no está reñido en absoluto con la calidad de los productos. En este caso, no solo se fomenta el empleo y un tipo de artesanía, sino que se garantiza al cliente final que la pashmina que va a comprar está no solo tejida a mano sino que es 100 % de lana de Cashmere. Es importante conocer que este tipo de lana procede de una cabra originaria de Mongolia, entre otros lugares. Pero no solo eso: las
Hacer el hilo es una tarea muy compleja al tratarse de un pelo muy rizado. Saber de dónde sacar ese pelo, saber peinarlo e hilarlo son tareas complicadas que los artesanos de la zona manejan a la perfección. Garantizar pues el comercio que ha de ser justo, el fomento del empleo, apostar por lo artesanal y garantizar la procedencia y la calidad es nuestra política empresaria, que no pierde de vista el diseño ni el producto final. En resumen: pagar lo justo para vender al precio que valen las cosas, más si son artesanas bajo un escenario marcado por el consumo responsable.
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